la ansiedad no se puede controlar. Si alguien tiene que internarse y busca habitación privada: craso error, la ansiedad comienza a actuar y para descargarla, juega con los botones de la cama, que sube y baja los pies, en el medio y en la cabeza. Acompañado de otro interno, este recibiría la descarga eléctrica del ansioso


si no se tiene el carácter y fuerza de voluntad para controlar los sentimientos, los que tienden muchas veces a anular lo razonable, se seguirá indefectiblemente por aceptar sin más, la lógica de lo tradicional y las costumbres del cuadrúpedo, quién por falta de entendimiento y por tener solo instinto, se inmuniza a cualquier critica

los distintos problemas de la vida, sus planteamientos diversos y sus conclusiones mejores; en fin, todo lo concerniente a lo razonable; lo bueno y acertado; lo imparcial y lo constructivo; como el desinterés imprescindible y necesario que debe haber para la contemplación y discernimiento finales, es prerrogativa de los que posean una sensibilidad delicada y que desgraciadamente está vedada a muchos que deben seguir siempre en calidad de actores representando y sin saber muy bien su argumento en esa companía, que es bien llamada, farándula de la vida


las religiones se basan en lo mítico. La incoherencia es incondicionalidad a todas ellas y se nutren con el deslumbramiento en forma geométrica; los científicos optan por el mutismo.